Un viaje por las "lowlands" de la Premier

Puro fútbol inglés, eso es lo que respira uno cuando se aleja de grandes estadios y equipos, y se va a ver jugar al último clasificado de la Premier (y ya prácticamente más equipo de Championship que otra cosa). Y más cuando en frente tienes a uno de los equipos más duros de la liga inglesa, el Stoke City.

Mi primer contacto con el fútbol en este viaje a Inglaterra fue en el tren de Londres a Portsmouth. Estaban sentadas cuatro personas mayores ante una de las pequeñas mesas del tren hablando sobre el tema de moda, cómo no. Los hombres, más interesados en el fútbol, les contaban a sus mujeres lo que había sucedido entre Terry y Bridge ante la sorpresa y risas de sus respectivas. Monotema en todos los periódicos y revistas inglesas.

El día siguiente tenía un viaje previsto, en el cual pude ver desde la carretera el estadio de St.Mary´s, donde juegan los saints, los mayores rivales del Pompey. También me ocurrió lo mismo con St. Andrews (estadio del Birmingham City), además ver alguna tienda oficial de los Wolves y campos de entrenamiento del Oxford United.


Unos días después pude visitar por fin Fratton Park, rodeado de casas típicas inglesas y calles estrechas. Lo primero que me encontré fue la espectácular fachada de 1898 (112 años de historia tiene ya), metida en medio de una calle sin salida que acaba precisamente en el estadio. Si quieres ir a otra parte de Fratton Park tienes que rodearlo por la calle de la derecha, no hay otra opción, hasta que llegas a una esquina por donde entran entre otros los aficionados visitantes. Si continuas en esa dirección pasas por un callejón estrecho y antiguo, con la pared decorada con un mural de pinturas de ex jugadores del Portsmouth, con escudos y aficionados de fondo, bastante espectácular, muy típico inglés. Cuando se acaba esta especie de pasillo, continuas por otro dirigiéndote hacia la izquierda, con vallas, y en algunas partes del estadio por arriba alambrado. Fratton Park es un estadio donde uno retrocede en el tiempo. Justo en esta parte había un terreno vallado, donde el sábado anterior los aficionados del Pompey habían disfrutado viendo en pantallas gigantes a su equipo ganar el derby de la costa sur ante el Southampton en la FA Cup, una de las poquísimas alegrías que han tenido este año.


De allí me dirigí a recoger las entradas para el partido, teniendo que ir a un edificio anexo, que está bastante cerca del estadio, cerca de un polígono industrial. Allí están las oficinas del club, la box office y la tienda del club, en la cual compré bastantes cosas, ya que había infinidad de ofertas, y donde me sorprendió ver que podías comprar una especie de tarjeta, que valía unas 25 libras, que se habían hecho para que cada aficionado pudiese colaborar para salvar al equipo.

El sábado llegaría el partido, tras una mañana acaparada por el 3-1 del Everton al ManU en Goodison Park. Televisado, a las 17:30 hora inglesa, llegaba una de las últimas oportunidades para el Portsmouth (antes de que se conociesen las noticias sobre la administración y la pérdida de puntos, aunque ya se lo podían imaginar). Para empezar tocaba darte otro paseo por las calles aledañas al estadio para poder llegar al sitio por donde entrabamos, además justo antes de entrar nos encontramos con los seguidores del Stoke, que llegaron en gran número (y en el estadio sacaron una especie de billetes de 20 libras, riéndose un poco de la situación del rival). Desde la parte de arriba de la grada (muy pequeña en cuanto a altura) y mientras buscaba por donde tenía que bajar para ocupar mi asiento, podíamos ver a los hinchas del Stoke pasando por el pequeño pasillo que es esa calle pegada a las gradas de Fratton, momento en el que ambas aficiones se lanzaban insultos (unos desde arriba, y otros desde abajo).

Ya en el estadio me tocó estar rodeado de aficionados del Pompey (desde niños, pasando por el típico pesado, hasta los más fanáticos), y justo donde calentaban los jugadores del Stoke. Allí en el corner estaba Begovic, hasta unas semanas antes portero local y ahora en el bando visitante. Dentro del estadio destaca ver las primeras filas de asientos metidas casi por debajo del nivel del césped. Antes del partido algunos detalles: el himno del Pompey, la dificultad del speaker para pronunciar el nombre de Owusu-Abeyie, más pique entre aficiones, premios a los mejores jugadores del mes, y por fin, los dos equipos en el campo, con la música de la Premier sonando.


A los 2 minutos ya llegaba uno de los grandes momentos de la noche, el primer saque de banda de Rory Delap (con el murmullo de la afición local) que impresionó a medio estadio, es increible como puede sacar tan largo y sobre todo poniendo balones tan planos que se convierten en ocasiones más peligrosas incluso que algunas faltas. Sacaría unos cuantos a lo largo del partido, aunque esta tarde no fueron asistencias de gol como pasa muchas veces. También tenía interés por ver clásicos de la Premier como Calamity James, Steve Finnan o Kanu (que jugó el segundo tiempo, y al que sus piernas físicamente no dan ya para mucho). En el primer tiempo dominó más el Portsmouth pero jugando muy impreciso, a pesar de ellos se fueron 1-0 al descanso con el gol de Piquionne (al que le habían anulado antes un golazo totalmente legal). El Stoke a lo suyo, con esa muralla que forman sus centrales (Huth-Shawcross) y las llegadas de Fuller. También dio tiempo para que James Beattie, ex-saint, saltase a la banda calentar y se llevase la gran bronca de la noche por un público bastante enfurecido que no paraba de llamarle "scummer".


El segundo tiempo ya sería otra cosa. Empezó mejor el Stoke, con algunas internadas de Tuncay Sanli y Whelan, el cual este último sería el encargado de sacar el corner que supondría el empate gracias a un gran remate de Huth (haciendo méritos para ir a la selección alemana). Entonces el Stoke se echó atrás, y el Pompey se vino arriba por medio de Jamie O´Hara y Belhadj. Bajo el dominio del Pompey llegaría la expulsión de Wilkinson por parte del Stoke (dos amarillas en menos de 10 minutos), y a partir de aquí, el asedio local ante el que el Stoke se defendía como podía (entraría Diao por Tuncay para frenar los ataques), pero cuando un equipo está metido en una situación como la del Pompey solo se puede ir a peor. Cuando mejor estaba jugando, llegaría un gran pase de Delap a la espalda de la defensa local que controló Fuller para hacer de las suyas (exhibiendo su potencia) y poner en bandeja el gol del triunfo a Diao (que marcaba su primer gol con el Stoke). La decepción era tremenda en Fratton Park, la afición empezó a abandonar el estadio, mientras los potters lo celebraban por todo lo alto.

Un viaje por las "lowlands" (nunca mejor dicho) del que uno vuelve con grandes recuerdos, además de ver alguna exposición sobre fútbol en el museo de la ciudad, tiendas de segunda mano con libros increibles sobre la historia del Pompey, sobre George Best o Brian Clough, y esperando que la próxima visita a las islas sean aún mejor que las dos anteriores.


Otro día habrá tiempo para analizar la actual situación del Portsmouth y algunas cosas sobre su historia. Pinchando aquí podéis ver un artículo de Jurdan Arretxe para "El Diván del Fútbol" (donde ahora también colaboro semanalmente) sobre el momento actual del Pompey. Esperemos que se solucione todo lo mejor posible y que lleguen buenos tiempos para el Pompey.